Ibarra.- Agentes policiales en el interior del salón El Triángulo donde se observa solo hombres.
Cortesia Diario del Norte
Filtración de información frustra operativos de control
Un operativo efectuado por agentes de policía del Comando Imbabura el martes pasado en horas de la noche a los sitios de diversión nocturna ubicados al norte de la ciudad no tuvieron éxito.
Eran las 22:30, un grupo de agentes entre hombres y mujeres de varios servicios policiales salieron de las instalaciones rumbo a los burdeles.
Tras un corto recorrido por la Panamericana, los patrulleros ingresaron al estacionamiento del salón El Triángulo.
Los policías se dirigieron, unos revisaron las habitaciones otros el salón donde se escuchaba una cumbia antigua y varios hombres consumían bebidas, pero curiosamente solo habían dos mujeres.
Las pocas habitaciones que fueron requisadas estaban vacías, otras ni siquiera fueron abiertas. Daba la impresión que esperaban el arribo de los uniformados. Los clientes con recelo miraban el control que cumplían los policías, otros en cambio se cubrían los rostros.
Concluido el control en el que no se encontró novedades, el pelotón se dirigió a otro burdel El Bosque. En este sitio había más clientes, pero de igual forma no había mujeres, solo hombres que ingerían licor.
Los uniformados revisaron las habitaciones
y baños, pero no se encontró ninguna dama.
Concluido el operativo, el comentario fue que se filtró información sobre el operativo a los administradores y por ello tuvieron tiempo para esconder a las mujeres que por lo general son de nacionalidad colombiana y no tienen documentos ni permiso para ejercer la prostitución.
La pregunta es ¿quién informa sobre los procedimientos policiales, si se supone que solo en la institución se conoce que se cumplirá un operativo?.
Mientras concluía el operativo de control los clientes seguían llegando a los salones.
En dos cabarets de Ibarra que la policía cumplió operativos de control no había mujeres, sólo hombres consumiendo bebidas, ¿que pasó con las trabajadoras sexuales? es la incógnita.
Un operativo efectuado por agentes de policía del Comando Imbabura el martes pasado en horas de la noche a los sitios de diversión nocturna ubicados al norte de la ciudad no tuvieron éxito.
Eran las 22:30, un grupo de agentes entre hombres y mujeres de varios servicios policiales salieron de las instalaciones rumbo a los burdeles.
Tras un corto recorrido por la Panamericana, los patrulleros ingresaron al estacionamiento del salón El Triángulo.
Los policías se dirigieron, unos revisaron las habitaciones otros el salón donde se escuchaba una cumbia antigua y varios hombres consumían bebidas, pero curiosamente solo habían dos mujeres.
Las pocas habitaciones que fueron requisadas estaban vacías, otras ni siquiera fueron abiertas. Daba la impresión que esperaban el arribo de los uniformados. Los clientes con recelo miraban el control que cumplían los policías, otros en cambio se cubrían los rostros.
Concluido el control en el que no se encontró novedades, el pelotón se dirigió a otro burdel El Bosque. En este sitio había más clientes, pero de igual forma no había mujeres, solo hombres que ingerían licor.
Los uniformados revisaron las habitaciones
y baños, pero no se encontró ninguna dama.
Concluido el operativo, el comentario fue que se filtró información sobre el operativo a los administradores y por ello tuvieron tiempo para esconder a las mujeres que por lo general son de nacionalidad colombiana y no tienen documentos ni permiso para ejercer la prostitución.
La pregunta es ¿quién informa sobre los procedimientos policiales, si se supone que solo en la institución se conoce que se cumplirá un operativo?.
Mientras concluía el operativo de control los clientes seguían llegando a los salones.
En dos cabarets de Ibarra que la policía cumplió operativos de control no había mujeres, sólo hombres consumiendo bebidas, ¿que pasó con las trabajadoras sexuales? es la incógnita.
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