Cortesia Diario del Norte
Los daños en la cámara telefónica que se inundó el miércoles 20 de junio ocasionarán altas pérdidas para Andinatel. Roberto Tadeo, gerente de la entidad en Imbabura, manifestó que haciendo un cálculo aproximado, sólo en ingresos por llamadas telefónicas que percibe la empresa, la suma sería de siete mil dólares.
A este rubro debe añadirse los materiales de reparación, las demoras en trabajos que tuvieron que suspenderse para atender la emergencia y el costo de oportunidad que debe asumir cada individuo y empresas afectadas.
A este rubro debe añadirse los materiales de reparación, las demoras en trabajos que tuvieron que suspenderse para atender la emergencia y el costo de oportunidad que debe asumir cada individuo y empresas afectadas.
Motivos de la ruptura
La inundación que ocasionó los daños en los cables telefónicos se debió a una ruptura de la tubería de agua potable ubicada en las calles Grijalva y Bolívar, en donde se están realizando los trabajos de regeneración de la calle principal.
El Norte intentó contactarse con el contratista de la obra, Yuber Molina, pero fue imposible por estar fuera de la ciudad. El residente encargado tampoco se encontraba en la obra.
Dos trabajadores informaron que en la noche del martes dejaron listas las tuberías que serán utilizadas para ubicar un hidrante de agua, pero que una piedra rompió el collarín y produjo la fuga del líquido vital.
Milton Franco, jefe de operaciones y mantenimiento de EMAPA-I, manifestó que en la noche del martes recibió una llamada de un ciudadano que denunció la fuga de agua, por lo que la empresa procedió a cerrar el circuito para realizar un arreglo preventivo hasta que el contratista de la obra, quien es el responsable de ese tramo, realice los ajustes definitivos.
El Norte intentó contactarse con el contratista de la obra, Yuber Molina, pero fue imposible por estar fuera de la ciudad. El residente encargado tampoco se encontraba en la obra.
Dos trabajadores informaron que en la noche del martes dejaron listas las tuberías que serán utilizadas para ubicar un hidrante de agua, pero que una piedra rompió el collarín y produjo la fuga del líquido vital.
Milton Franco, jefe de operaciones y mantenimiento de EMAPA-I, manifestó que en la noche del martes recibió una llamada de un ciudadano que denunció la fuga de agua, por lo que la empresa procedió a cerrar el circuito para realizar un arreglo preventivo hasta que el contratista de la obra, quien es el responsable de ese tramo, realice los ajustes definitivos.
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