CAROLINA CABRERA FUE SENTENCIADA A 5 AÑOS POR ESTAFA

Fue condenada a prisión
Máchala. Carolina Cabrera, hija del notario José Cabrera, ya fallecido quien fue acusado de estafar a miles de clientes median¬te la captación ilegal de dinero, fue condenada a cinco años de prisión por un tribunal de la ciudad de Máchala.
Culpable de estafa.
La hija del difunto José Cabrera fue declarada culpable del delito de estafa. Además la acusada debe pagar una multa de 1 000 dólares por daños y perjuicios.
Carolina Cabrera estaba imputada por la justicia de formar parte de un grupo familiar que aparentemente captaba dinero de clientes en forma de ahorro y pagaba altas tasas de interés, pero que al final supuso una estafa para miles de personas.
La sentencia de la Sala de lo Penal de la Corte de Justicia en Máchala fue celebrada por un grupo de perjudicados de la red de captación ilegal de dinero que lideraba el padre de la acusada y que, según las acusaciones, fue asumida por Carolina Cabrera después de la muerte de su progenitor.
En julio pasado, la mujer fue detenida en Venezuela y deportada a Quito, donde fue recluida en una cárcel para mujeres.
El fallecido notario de Máchala había recibido depósitos de unos 40 000 clientes, pero en noviembre de 2005, poco después de su muerte se destapó el engaño y el caso se agravó cuando un grupo de policías asaltó su despacho y una multitud de afectados detuvo a varios de ellos cuando salían con fajos de billetes ocultos en sus ropas.
Ciertos militares involucrados en negocio ilegal. El alto mando de las Fuerzas Armadas de Ecuador de ese entonces fue destituido entonces por este caso y se cesó a varios jefes de la Fuerza Aérea, quienes utilizaron un avión presidencial para volar a Máchala y recuperar el dinero que habían invertido en la red ilegal.

Los perjudicados profanaron tumba
Cientos de afectados profanaron la tumba del notario José Cabrera para asegurarse que los restos enterrados eran realmente los de él.
Carolina fue detenida en Venezuela
En julio de 2008, la mujer fue detenida en Venezuela y deportada a Quito, donde fue recluida en una cárcel para mujeres.